HOLA OLITA... NO TE RESISTAS, PECADORCILLO, Y ENTRA EN LA BIBLIOTECA ESCOLAR... AÑADE UNA QUINTA DIMENSIÓN A TU REALIDAD

miércoles, 2 de noviembre de 2011

A Un Joven Con Abanico de Ana Rossetti


Y qué encantadora es tu inexperiencia.
Tu mano torpe, fiel perseguidora
de una quemante gracia que adivinas
en el vaivén penoso del alegre antebrazo.
Alguien cose en tu sangre lentejuelas
para que atravieses
los redondos umbrales del placer
y ensayas a la vez desdén y seducción.
En ese larvado gesto que aventuras
se dibuja tu madre, reclinada
en la gris balaustrada del recuerdo.
Y tus ojos, atentos al paciente
e inolvidable ejemplo, se entrecierran.
Y mientras, adorable
y peligrosamente, te desvías.

La llamada

La noche había sido muy larga y muy oscura.
Quería oír tu voz. Que tus dulces palabras
me trajeran un poco de calma. Que el cariño
que sentías por mí viajara por teléfono
hacia mi corazón maltrecho y derrotado.
Quería oír tu voz y oí la de tu amante.


luis alberto de cuenca

Las primeras lluvias

La tierra de que hablo, hacia noviembre,
conoce el viento. Llega, desde el este,
hasta los arenales como un ave sedienta,
soplas las aguas negras. Esta noche
removió los postigos mal calzados
y agitó la palmera. En los cristales
chillaba como un pájaro perdido.


Dibujará en la grava algún signo remoto,
y veré casi al alba las huellas del fragor
sobre los restos del volcán, el naufragio nocturno.
Será un signo de nuestra vida, un eco,
ya inerte, de la tromba del cielo, que ignoramos,
querré leer en él, y será como unir,
nuevamente, las hojas resecas para un fuego.


¿Qué nos aguarda, puro, en el estruendo,
en el pico del ave enhebrando los mundos
de cuanto conocemos e ignoramos? Seguimos
recogiendo las hojas, y veremos
en la rama quebrada una imagen posible
del estertor del cielo, anoche, entre las nubes
aún grises a esta hora temblorosa.


Nada, ni tan siquiera el viento que rompía,
de madrugada, contra los postigos,
contra la grava, oscuro contra oscuro remoto,
podrá decir el signo, en la ignorancia.
Saber de un no saber, ni siquiera el sentido
de la ignorancia, ahora que las gotas resbalan
sobre el cristal, sobre la transparencia.


Andres Sanchez Robayna


TÚ me llamas, amor
Tú me llamas, amor, yo cojo un taxi,
cruzo la desmedida realidad
de febrero por verte,
el mundo transitorio que me ofrece
un asiento de atrás,
su refugiada bóveda de sueños,
luces intermitentes como conversaciones,
letreros encendidos en la brisa,
que no son el destino,
pero que están escritos encima de nosotros.

Ya sé que tus palabras no tendrán
ese tono lujoso, que los aires
inquietos de tu pelo
guardarán la nostalgia artificial
del sótano sin luz donde me esperas,
y que, por fin, mañana
al despertarte,
entre olvidos a medias y detalles
sacados de contexto,
tendrás piedad o miedo de ti misma,
vergüenza o dignidad, incertidumbre
y acaso el lujurioso malestar,
el golpe que nos dejan
las historias contadas una noche de insomnio.

Pero también sabemos que sería
peor y más costoso
llevárselas a casa, no esconder su cadáver
en el humo de un bar.

Yo vengo sin idiomas desde mi soledad,
y sin idiomas voy hacia la tuya.
No hay nada que decir,
pero supongo
que hablaremos desnudos sobre esto,
algo después, quitándole importancia,
avivando los ritmos del pasado,
las cosas que están lejos
y que ya no nos duelen.

LUIS GARCÍA MONTERO

desde Irak


Respóndeme, político, ¿por qué
quieres desfigurar la faz del mundo?
¿Por qué quieres cortar
las cabezas azules de mis templos?
¿Por qué quieres
salpicar con mi sangre
a tu pueblo inocente?
¿No sabes que si envías
la muerte a visitarme
volverá sobre ti, boomerang en retorno?
¿Por qué quieres
matar mi casa
romper mi niño
quemar mi perro?

blanca andreu

Muchacha en la ventana

Fumas. La tarde lenta
de julio va cayendo
sobre el cercano mar.
En esta larga huida
de la luz, solamente
la brasa del cigarro
y la brisa que mueve
los dos geranios mustios
parecen desasirse
de la paz mineral
(tan oscuros e inciertos
el mar de piedra pómez
y tus cabellos húmedos).

poema de Jon Juaristi.

ELLA




Es misteriosa como el tiempo y el mercurio, delirante y exacta, álgebra y fuego.
Cuando nadie la espera, coronada de escarcha
baja tarareando con pies maravillosos
por entre los helechos. Muchos enamorados consagraron su vida a llamarla, elevaron laboriosos palacios para ella
y no condescendió ni a una mirada.

No sirve para nada y son millones

los que viven por ella. Cuando piensas

que prefiere los locos y vagabundos, pasa

del brazo de un ministro o Mr. Eliot.

Es papeles manchados de tinta y es el mundo

con hogueras y robles, despedidas, los Andes,

la luna azul y Concha Valladares. Su rostro
constantemente cambia, inconstante. Y no cambia.

Bécquer la confundió con el Amor

y es una forma de no ser feliz.



MIguel D'Ors.


Poema Abrazo de Poemas de amistad





Un simple abrazo nos enternece el corazón;
nos da la bienvenida y nos hace más llevadera la vida.
Un abrazo es una forma de compartir alegrías
así como también los momentos tristes que se nos presentan.
Es tan solo una manera de decir a nuestros amigos
que los queremos y que nos preocupamos uno por el otro
porque los abrazos fueron hechos para darlos a quienes queremos.
El abrazo es algo grandioso.
Es la manera perfecta para demostrar el amor que sentimos
cuando no conseguimos la palabra justa.
Es maravilloso porque tan sólo un abrazo dado con mucho cariño,
hace sentir bien a quien se lo damos, sin importar el lugar ni el idioma
porque siempre es entendido.
Por estas razones y por muchas más…
hoy te envío mi más cálido abrazo.




El corazón del agua.


Remos, mareas, olas.
Un murmullo impreciso perpetúa
la oculta faz del imposible aliento.

Una gota de sal disuelta llama
sobre un pecho pretérito
buscándote.

Un párpado de luces diminutas
donde tus dedos tocan el azogue.

Un latido oxidado que penetra
y lame y teje y corta claridades.

Sólo existir perdido
donde el agua
multiplica su rostro en otras ondas…



Jaime Siles.

poemas

A Veces Me Figuro Que Estoy Enamorado 

A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.
Me ha enamorado Adela, me ha enamorado Marta,
y, alternativamente, Susanita y Carmen,
y, alternativamente, soy feliz y lloro.
No soy muy inteligente, como se comprende,
pero me complace saberme uno de tantos
y en ser vulgarcillo hallo cierto descanso.

                                                             gabriel celaya

Mercedes es un sol




mercedes tiene las piernas suaves como el coral 
cuando le hago cosquillas en el manillar
se le humedece el piñón


mercedes es mi vida
con ella voy a todas partes
menos a la cama- desgraciadamente -
pero que conste: más de una vez
nos hemos duchados juntos
y hemoas insultado al conductor
que nos ha enchado de agua hasta el cuello

cuando mercedes se ausenta
por un simple resfriado
o por un insignificante dolor de cabeza
o por un imprevisto pinchanzo
la echo tanto de menos
que le escribo poemas
como a mis amores platónicos


mercedes lo es todo en mi existencia
igual me lleva de paseo
como me insiste
para que no llegue tarde
a una reunión
y hasta cuando llueve
me advierte
que no debo salir de casa


mercedes es un sol
me gustaría vivir con ella eternemente
espero que la colomna no me lo impida
o que el ojo izquierdo no termine
con parque pirata
y me retiren el carnet de ciclista


mercedes te quiero
no abandones a este postperdedor.

Eladio Orta 

Que fea eres

Qué fea eres
y que ganas locas
me empujan
a sorber tu fealdad
gota a gota sin respiro
sin importarme los comentarios
chocantes de los conocidos
"parece que estás
en la edad del pavo"

qué fea eres
y que guapo me siento
cuando me quedo
a solas contigo.


Eladio Orta

PRELUDIO


















Callada y triste
como una niña sin respuesta
busca la lluvia mi brazo y
recorremos la arboleda

rompiendo versos a pedazos
escribiendo mal a conciencia
porque bien ya otros lo hacen y
no ha ocurrido nada

tan sólo
han levantado aomiraciones.

Eladio Orta

POEMA












Las máquinas
tragaperras


¿también
tragan perros?


Eladio Orta

Poema de Eladio Orta.


Tú eres mi hermano
tu madre es mi madre
tu madre es dulce como la arena profunda y fuerte es mi madre
no me vengas
con tu piquito metafórico
a convencerme
de que cuando utilizas

la palabra madre
estás hablando
de la madre de todos los poetas porque
tu madre es mi madre

y he leído dos poemas

en los que nombras a tu madre

y mi madre no sale
muy bien parada

conque/ hazme el favor
antes de que me mosque
escríbele a mi madre

un poema metafóricamente dulce

o como quieras llamarle

para que yo / tu hermana
pueda leérselo a tu madre.





Eladio Orta.

POEMA DE ELADIO ORTA

Dejen las estatuas
en su sitio

no le quiten los retretes
a los perros.








Eladio Orta.

POEMA
Lo que menos importa
es quién lo ha escrito
sino que lo escrito
crece hacia dentro/(el anonimato
descontrola a los controladores)
los antisonetos / sonetos son
catorce versos respirando
el silencio atrapado
en el hermetismo poético
de una espiral infinita
la belleza / dónde la belleza
si el pilón es de adorno
la cal una reliquia
y el burro de barco

ELADIO ORTA

EL LOCO




He vivido entre los arrabales, pareciendo
un mono, he vivido en la alcantarilla
transportando las heces,
he vivido dos años en el Pueblo de las Moscas
y aprendido a nutrirme de lo que suelto.
Fui una culebra deslizándose
por la ruina del hombre, gritando
aforismos en pie sobre los muertos,
atravesando mares de carne desconocida
con mis logaritmos.
Y sólo pude pensar que de niño me secuestraron para una alucinante batalla
y que mis padres me sedujeron para
ejecutar el sacrilegio, entre ancianos y muertos.
He enseñado a moverse a las larvas
sobre los cuerpos, y a las mujeres a oír
cómo cantan los árboles al crepúsculo, y lloran.
Y los hombres manchaban mi cara con cieno, al hablar,
y decían con los ojos «fuera de la vida», o bien «no hay nada que pueda
ser menos todavía que tu alma», o bien «cómo te llamas»
y «qué oscuro es tu nombre».
He vivido los blancos de la vida,
sus equivocaciones, sus olvidos, su
torpeza incesante y recuerdo su
misterio brutal, y el tentáculo
suyo acariciarme el vientre y las nalgas y los pies
frenéticos de huida.
He vivido su tentación, y he vivido el pecado
del que nadie cabe nunca nos absuelva.


LEOPOLDO M.ª PANERO.

SIN RESPUESTA.



si quien vive
de la flor del agua
no la cuida
quién la va
a cuidar.





Eladio Orta.