miércoles, 15 de diciembre de 2010
Obra de Joaquín Sorolla
Sorolla acudía a menudo con su caballete a las playas de su Valencia natal (El Saler, Malvarrosa) para captar la esencia de la luz y la atmósfera mediterránea. En este caso los cuerpos desnudos de los niños son la excusa para tratar la luz y las sombras, los reflejos y el aire.
Mari Lali Solano
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Me parece un cuadro precioso y que bien combina los colores para que parezcan reflejos.
ResponderEliminarEs buena obra debio ser dificil pintar este cuadro tiene tonos claros de colores
ResponderEliminarme parece una imagen bonita por las texturas del agua y los efectos de reflejo
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