jueves, 27 de octubre de 2011
ANDANDO EL TIEMPO SE VERAN LAS CARAS
Andando el tiempo se verán las caras, esos que gritan por
las esquinas viva la revolución. Degeneramos, compañeros.
Preguntad al mozo de telégrafos si le gusta la historia de
Rossy Brown.
Rossy partió bajo la luna, una noche de fiesta en casa de
Míster Brown. Un caballero la envolvió en su capa y a sus
sueños la llevó.
Regresó luego, triste y perdida, y a los pies de la mamá
sollozó: Yo no sabía qué me decía aquella noche, verbena de
San Juan, cuando dije estoy cansada y tengo sueño, mañana
ya os veré. Tengo una herida y un hijo muerto. Sólo su capa
Jim me dejó. Era mi dueño, y aunque lo digan, Jim nunca fue
salteador.
Lo saben Rossy y la cocinera que en el ajo estuvo en la
ocasión: Jim vuelve siempre. De madrugada su canción canta
a las muchachas de negros ojos y dulce voz:
Un amor tiene cualquiera
pero Dulce Jim, no.
Y es que el mozo de telégrafos está enamorado, y no sabe
qué hacer para que la hija de la portera entienda que no es
muchacho del montón.
POEMA DE ANA MARÍA MOIX
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